sábado, 12 de abril de 2014

El más fuerte del mundo

La armadura por fin se rompe, la coraza que lo protegió durante años de flechas envenenadas que le lanzaban paulatinamente con los labios, las piernas y los ojos, se fragmentó.

Mil pedazos de él quedaron regados no solo en el campo de batalla, sino en el camino que debió recorrer para volver a casa. Dejó un rastro que todos identifican, “Por aquí pasó el derrotado” decían quienes andaban por el sendero.

¿En qué momento sucedió? Para unos era el ser más fuerte del mundo, otros decían que no poseía capacidad para sentir, era un témpano de hielo para todos, incluso para sus amigos.

Mi desgraciado personaje pasó de ser el más fuerte al más vulnerable. Como escritor no hubiera querido que se transformar en eso, yo quería que fuera la solidez de su entorno desmoronado, que todos siguieran recurriendo a él cuando se sintieran abatidos, llegó a ser el gurú de los consejos para decenas de personas pero perdió el control. Los personajes de las historias tienen vida propia y casi siempre escogen su destino, así para ello tengan que enfrentarse a su creador. Él decidió quitarme el control de su futuro para ponerlo en manos de una mujer, otro personaje de la historia, entonces ya no era dueño de mis personajes y me convertí en un simple espectador. Ya sé lo que siente Dios cuando ve que se desata el caos y no hace nada, duele pero no hay responsabilidad, no hay culpa. Dios es voyerista y lo disfruta, yo también lo hice.

Al no tener control sobre mi historia me dediqué a ser testigo, la mujer se convirtió en la nueva escritora y le quitó la libertad a mi personaje principal. ¡Cómo detesto esos autores que encasillan a sus creaciones!, a ella la detesto por eso, por determinarlo y volverlo predecible, por desarmarlo y guiarlo derrotado hacia todas partes. Adonde llegaba lo conocían con varios apodos “El pobre”, “La promesa”, “El abatido”, pero sin duda el más apropiado: “El idiota”. Es que fue muy estúpido, pudo enfrentar y derrotar a su escritor creador pero se volvió un retrasado mental ante la presencia de un par de tetas bien puestas.

Ella se percató de que no era necesario estar junto a él para seguirlo conduciendo, podía irse por temporadas y regresar cuando quisiera con la convicción y certeza de que él se desmoronaría ante su presencia, para que ella tomara la ceniza y siguiera moldeándolo con las manos, a su antojo y pretensión.
Como en la vida real, en las historias hay personajes que tienen el poder de volver mierda a otros seres, parece un don brindado para generar puntos de inflexión y que todas las historias no acaben en un “feliz para siempre”.


Aún no sé si intervenir, puede que los personajes tengan libre albedrío, pero ni mierda, en mi historia tengo intereses que brillan sobre las pretensiones de una mujer mefistofélica que se aprovecha de un idiota que alguna vez fue valeroso, como escritor no tengo la responsabilidad de salvarle la vida a mis personajes, pero por lo menos debo abrirles los ojos antes de que sigan sucediendo los desastres. Es mi responsabilidad recordarle a mi personaje,  que alguna vez fue el más fuerte del mundo. 

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