sábado, 11 de febrero de 2012

Monólogo de Mi Mismo



Hay momentos en los que el amor de los demás me fastidia, esa cursilería que se torna empalagosa cuando dos personas dicen cosas como: Te amo bebé, sin ti sería nada, me haces feliz, quédate conmigo, juntos forever… Lo peor es que cada una de esas vainas viene acompañada de un beso largo y baboso. ¿Cuál es la necesidad de repetir lo mismo cada que se ven? Sí, entiendo, no es de lo único que hablan, también pueden hablar de lo que harán cuando vivan juntos, de los nombres que les pondrán a sus hijos, y tal vez hablen de telenovelas. Usted, la persona que lee esto habrá presenciado momentos así, en los que oye una mano de babosadas de las que bien se podrían redactar textos de telenovela mexicana.

Pero lo único no es eso, aparte de lo empalagoso que a veces se vuelve el amor, lo peor es cuando esas dos personas que antes se trataban de: Gordita, mi gordito, bebé, mi rey, mi choricito, mi morcillita, se separan. No hay nada más mamón que ver a dos idiotas que se siguen queriendo chillando porque el otro los dejó, o sea, en esos momentos en los que hay que actuar como consejero (porque amistad que se respete aguanta lágrimas y sorbidas de moco) lo que más se dice es: No llore, usted no está sol@, él no se la merece, y lo más patético que he oído: Si la quiere, la buscará. ¡Por favor!, eso mismo está pensando el otro pendejo, ese juego de orgullo en donde gana el que le haga pensar al otro que no le importa me parece grotesco. Un verdadero consejero le debería decir algo como: ¿Por qué carajos chilla? (en ese momento la persona que está llorando, llora más fuerte), ¿Por qué llora tan pasito? Saque todo lo que tiene guardado, grite, nómbrelo, dígale todo lo que siente como si lo tuviera de frente. Un verdadero amigo hace la catarsis de muchos meses en una noche. En esos momentos de tristeza exteriorizada la labor del amigo es acompañar y hacer sonreír, es más,  a veces ni siquiera es necesario hablar.

Entonces pasa el tiempo, cada uno gracias a su orgullo y ego de futbolista colombiano que juega en Argentina, piensa que es tema superado, que ya todo pasó. La vaina fuerte es cuando se vuelven a ver, ese cruce de miradas corto en tiempo y eterno en  valor marca el punto de inflexión en las dos historias. Ella siente un vacío en el corazón, un nerviosismo que pica, él intenta girar la cabeza pero la conexión es inevitable. Seguirán caminando y fingirán no haberse visto.

¿Y así termina todo? No, claro que no, todo el día estarán pensándose, recreándose, tal vez lloren, tal vez llamen a un amigo que los aterrice y los haga berrear más.

No sería descabellado pensar que usted, quien lee esto, en algún momento haya pasado por la situación de los dos enamorados, de los amigos consejeros, de los dos idiotas orgullosos, o en su defecto, de todas las anteriores.

Pero no es lo único que me tiene pensativo, aparte del amor empalagoso y el patético orgullo, me pregunto ¿Cómo carajos (nótese que me gusta la palabra carajo) la gente, después de ver y vivir tanto fracaso amoroso sigue intentándolo? Y con una sola persona.

Pienso que si el objetivo al pensar en amor es encontrar la otra mitad, se puede conseguir en dos personas: ¼ y ¼ cada una. ¿Es por moralidad cristiana-católica que se piensa así? He conocido muchas personas que dicen creer en Dios pero no en la iglesia, y aún así no conciben poder estar con dos personas, dicen que eso significa no ser conscientes de los sentimientos de la otra persona, de alguna forma irrespetarla, engañarla. Muy respetuosamente difiero de eso, es decir, los musulmanes no ven nada de malo en eso, es más, los judíos, desde la historia demostraron que entre más esposas e hijos se tengan, ¡Mejor para el mundo! O pregúntenle al padre Abraham. Pero de ninguna forma estoy incentivando ideas machistas, tampoco estoy diciendo: Libertad, beban, farreen y tiren, no. Simplemente pienso que encontrar y llevar a cabo una vida con dos personas que pueden brindar cosas distintas y que a su vez completen la otra mitad que se busca no es para nada descabellado. 


Es que la idea de amor se da de todos lados: En el cine: Titanic, Up, Como si fuera la primera vez y tantas películas que seguro si tuviera en frente a alguna pareja enamorada llenaría el límite de caracteres del blogg. Literatura: Romeo y Julieta, Noches blancas, La odisea, La Ilíada; Música: el Orfeo de Monteverdi y tanto grupo melancólico-baladero. Recibimos constante bombardeo de amor desde muchos medios, es entendible que con tanta información el cerebro se sature y termine en disvariaciones totales como la de intentar enamorarse.

¡Ahg!, la verdad me mamé de intentar entender eso, basta con decir que todos son libres de elegir cómo quieren ser felices, si con una persona, con dos,con tres, con cuatro, las que sean, si son Católicos o Musulmanes, si son hinchas de Santa fe o Millonarios, si prefieren el Barca o el Real. La clave está en buscar la felicidad sin pasar por encima de otros.

Un último consejo: Si alguien los compara con el cielo, no lo vean como un halago, puede que ese alguien viva bajo mucha polución.

Mi Mismo.

2 comentarios:

  1. Me podrias explicar lo del cielo? Que tiene de malo que alguien te compare con el cielo?

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  2. No todos los cielos son iguales, hay cielos brillantes, sí, pero también hay cielos que se muestran turbios, oscuros, tormentosos, que desaniman.

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