domingo, 1 de junio de 2014

Al mil por ciento

¿Por cuánto pasamos para volvernos a encontrar? Dejamos atrás varios cuerpos, caricias, labios, susurros, sonrisas, caminatas, cervezas, bailes, gente, llanto, furias, vacíos,  ignoradas, más labios, más caricias, más cuerpos…

Hoy volvimos a tomarnos de la mano, como la primera vez; volvimos a acariciarnos el rostro, como la primera vez; volvimos a juntar nuestras sombras y nuestro sudor, como la primera vez. Estamos llenos de primeras veces.

Hay momentos en los que no sé cómo sentirme, por un lado está la infinita alegría de tenerla conmigo de nuevo, ese entusiasmo que me llevó a  comer como de costumbre, despertar y tener a quién escribirle y dedicarle mis pensamientos cada que veo algo bonito por la calle. Del otro lado están los recuerdos tristes que le quitan la fuerza a este tren cargado de momentos felices que nos faltan por compartir.

Perdóname si siento temor, si el miedo me domina y de la nada hago un comentario que hace palpitar viejas heridas. Perdóname si duro en silencio mucho tiempo porque las palabras se me enredan en la garganta. No me juzgues con la mirada si no tengo todas las respuestas, y no me des la espalda cuando mis argumentos no sean tan fuertes. Tenme la paciencia de un pescador en una temporada de escasez.

De mí tendrás las cosas que más aprecias y de a poquito dejaré regadas por el camino las que no te gustan, hice un listado de 64 errores que cometí en el pasado y no estoy dispuesto a repetirlos. Quiero que sepas que mi cambio no es por ti, que los errores que no quiero cometer no son directamente por tu influencia, los quiero dejar atrás por mí, porque también me hacen daño. El verdadero cambio no se da para satisfacer a alguien, se da para ser feliz y amarse uno mismo, y no puedo amarte como lo mereces si no estoy bien conmigo primero.

Con lo anterior no quiero decir que necesito estar solo, no, para nada; todo lo contrario, te necesito conmigo, todos los días me haces falta, te veo en todas partes y cuando te tengo enfrente me siento como un niño chiquito al que le acaban de entregar el mejor regalo de navidad. Te soñé un mes completo, la virtualidad de tu imagen acompañaba mi siesta y cada mañana eras lo primero en que pensaba. Te necesité tanto… Y no estabas… Te necesito tanto, y ahora estás.  No puedo ignorar la felicidad cuando la tengo ante mis ojos diciendo que me ama mientras me besa la frente.

Estoy contigo al 1000%, sin dejarme afectar por comentarios que pretenden desestabilizar lo que vuelve a construirse. Estoy contigo al 1000%, creyendo en tu boca y en tus manos. Estoy contigo al 1000%, dando lo que no he dado por alguien que es casi todo.


La amo desde sus pies hasta su bobada infinita. No nos dejemos, de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario