miércoles, 3 de octubre de 2012

No es necesario maquillar las cosas- Ensayo

Aclaro: Este no es un Pensamiento de Buseta, es más bien uno bien ñoño.

Los sectores económicos son aquellos en los que se incluyen los tipos de producción de bienes y/o servicios enmarcados con unas características especiales.
El primer sector económico incluye la agricultura, ganadería, explotación forestal, pesca y minería. ¿Cómo va Colombia en este campo?

El conflicto armado ha sido un factor determinante en este primer sector, es desplazamiento forzado de campesinos a ciudades desde La Violencia en los años 40, la aparición de las guerrillas de las FARC y ELN (principalmente) sumado al brazo armado de la extrema derecha, Paramilitares, ha constituido el abandono de millones de campesinos del campo, esto, por supuesto, hizo que durante los 90 y principios del 2000, el campo estuviera ligado netamente a la siembra de cultivos ilícitos: Coca y amapola. Estas dos plantas, en sí mismas no representan peligro para el medio ambiente, pero a raíz de las fumigaciones iniciadas con la firma del Plan Colombia en 1999, tanto la coca como la amapola se tornaron como amenaza para el medio ambiente: Por cada hectárea de coca y amapola erradicada, desaparecen 2 y 2.5 hectáreas de bosque respectivamente, acabando con la vida fértil de los suelos y dificultando las posibilidades de resembrar, y al no poder sembrar se hace más difícil criar ganado. Actualmente la Ley de Restitución de Tierras se convierte en un mecanismo para reactivar la economía en el campo, pero ésta aún no es efectiva y millones de tierras que ahora son libres (porque ya no están en manos de paramilitares) no están siendo utilizadas porque el gobierno aún no adjudica dueños.

La explotación forestal debe entenderse no sólo como obtención de madera y servicios, se debe pensar en ecosistema, en los millones de organismos que viven bajo el subsuelo, y el suelo mismo, que luego de la devastación queda prácticamente muerto. Hasta el año pasado, Colombia se mantuvo en los primeros lugares de la taza de deforestación más alta del mundo al talar entre trescientas y quinientas mil hectáreas al año. Las zonas más afectadas por este factor productivo son Nariño, Cauca y Amazonas. (El Espectador, 2011). 

El 31 de agosto de 2012, mediante la resolución 1518 del Ministerio de Ambiente, el para entonces ministro de este despacho: Frank Pearl, firmó una resolución en la cual dispone el paro de cualquier actividad minera desarrollada en el Amazonas hasta cuando el ministerio no divida y seleccione las zonas habilitadas para ejercer la actividad minera y asimismo hasta cuando el gobierno seleccione qué empresas pueden explotar el territorio. Si bien es una medida para aplaudir, pues se frenó legalmente el acecho de llamado “pulmón del mundo”, pensar en la explotación  minera del Amazonas es sin duda alguna una de las peores decisiones ambientales que puede llevar a cabo cualquier país que sostenga en su soberanía la propiedad de una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo. (La Silla vacía, 2012)

El sector industrial en Colombia no se puede encasillar en un tipo de sector determinado, es decir, hay industrias de todo. Por ejemplo, en la industria cementera, ARGOS es la empresa más importante en Colombia, con el 50% de participación en la construcción en Colombia (Delreiu, Juan. 2008). En ese mismo año, 2008, la REVISTA SEMANA elaboró un listado de las 100 empresas más grandes en el país. La encabezan Ecopetrol, del sector petróleo y gas, que alcanzó ventas de 33.896.660 millones de pesos. En segundo lugar se encuentra Almacenes Éxito, del sector Comercio al por menor, con ventas de siete mil millones de pesos. En tercer lugar se encuentra Terpel, en el sector de combustible, con ventas de seis mil millones de pesos (Revista Semana, 2008). Este “pódium” de empresas en Colombia indica claramente el dominio de aquellas dedicadas a la explotación  y distribución de combustible, aunque vale la pena aclarar que aparte de ésta, la Industria Minera en el país también es vital, desde el boom minero de los 70 y 80 en el Alto Nordeste Antioqueño hasta hoy, ha sido una de las industrias más fuertes, tanto así que el enfrentamiento entre ésta y ambientalistas se da en la actualidad en temas como el Páramo de Santurbán en Santander y Cerro Matoso en Córdoba entre otros.

En el sector terciario de la economía, en Colombia sí ha dado de qué hablar en el último tiempo. El año pasado, por ejemplo, para incentivar el turismo en el Parque Tyrona en el Magdalena, AVIATUR propuso la construcción de un hotel 5 estrellas argumentando que es un punto económico vital. La respuesta de los ambientalistas fue inmediata, la construcción del hotel implicaba acabar con hectáreas de la vegetación del Parque, alterando el ecosistema natural de este. Además, el hotel estaba pensado construirse cerca de un resguardo indígena, y claramente esto aumentó la coyuntura en la discusión sobre el levantamiento de hotel, que a la postre terminó por no construirse.

Otro aspecto enfocado hacia el turismo, es la nueva marca país llamada: La respuesta es Colombia (CO). Lo que busca esta nueva estrategia comercial es, al igual que su antecesora Colombia es pasión y “El riesgo es que te quieras quedar”, es seducir al extranjero para venir a invertir a Colombia. La característica principal de este tipo de manejo comercial de la imagen de un país se da centrándose en el espíritu nacionalista, en definir qué es ser Colombiano para así incluirnos a todos en el mismo costal, en donde muestran que los colombianos somos verracos, trabajadores, alegres, amables, confiables, creativos etc. Yo no sé ustedes, pero he conocido muchos colombianos perezosos, amargados, intolerantes, si usted no conoce alguno, sólo dele una mirada al actual Congreso de la república, allí encontrará estas características en todos ellos, se salvarán uno o dos. La creación de CO, es una copia de las ya constituidas marcas internacionales USA, UK, AR. Además, es la marca país de la actual presidencia, recuerde lector, que durante la presidencia de Álvaro Uribe también se creó una marca país. No podemos cambiarle la imagen al mundo de Colombia cada 4 años, y más aún, cuando Colombia no cambia desde hace 50.

El transporte en las grandes ciudades del país (Bogotá, Medellín y Cali) se ha concentrado en la creación de Sistemas integrados de Transporte (SITP), que consiste en articular diferente modalidades de trasporte: Bus, Megabus, metro, metro cable etc. De las ciudades mencionadas, la única que se salva en la gestión de un SITP eficaz es Medellín. En las otras dos ciudades ni siquiera se ha terminado la construcción de las vías para el paso de los Megabuses: Por ejemplo, en Bogotá la situación está así: Transmilenio: La fase III no se ha terminado, la construcción de la ALO (Avenida Longitudinal de Occidente) está en veremos porque si se construye, sería pasando por encima del humedal La Conejera, y aún no se propone un diseño para la construcción del Metro. En Cali el Mío recién abrió otras estaciones y nuevos trayectos para que circulen sus biarticulados, presenta una situación similar a Bogotá pues aún no logra consolidar un SITP. La única ciudad que se salva es Medellín, y es ejemplo para las demás, porque conecta el sistema de buses, con el Metro y Metro-Cable, siendo la única ciudad de Colombia en lograr un SITP.

En cuanto a educación,  el 12 de septiembre de este año, se llevó a cabo una manifestación representada en la MANE (Mesa Amplia Nacional de Estudiantes) y FECODE (Federación Colombiana de Educadores), quienes decían que el Gobierno Nacional no había cumplido sus promesas de incluirlos en la elaboración de una reforma a la Ley 30 de educación.

Las universidades públicas en Colombia presentan déficit de billones de pesos, el gobierno, desde el año pasado a este ha subsidiado esa deuda con 150 mil millones de pesos, claramente paños de agua tibia.

La salud vivió en julio un cambio circunstancial: Unificación del POS (Plan Obligatorio de Salud) que a grandes rasgos dictamina que los subsidiados tengan los mismos beneficios que los contribuyentes. Hay que tener en cuenta que en el régimen subsidiado hay 23,2 millones de colombianos, y en el contributivo 18,9 millones, esto hace que el balance de los que aportan y los que reciben esté cargado hacia los beneficiados, y en algún punto, si no se estabiliza la balanza la salud puede entrar en una crisis peor que la que hoy vive, digo esto porque sólo en Bogotá hay 7 hospitales con superávit (San Cristobal, Hospital del Sur, Chapinero, Pablo VI, Vista hermosa, Nazareth y Usaquén), mientras que otros 15 presentan déficit que va en algunos desde mil millones de pesos (Tunjuelito), hasta el de Meissen que asciende a 41 mil millones (Caracol Radio, 2012)

No se le puede dar más largas al tema de la reforma educativa en Colombia, la educación no puede esperar a ser mejorada, y mejorada implica incluir en la discusión todos los actores que participan en el desarrollo del aprendizaje: Desde los que proporcionas las instalaciones, pasando por los docente, llegando a los estudiantes y finalmente al gobierno que guía la educación.  Tampoco la salud merece un manejo tan descarado, el desfalco en el país que sobrepasa los billones de pesos debe solucionarse pronto. Propongo la eliminación de las EPS, que el estado gire el dinero directamente a las IPS y que éstas sean las encargadas de administrar el dinero, las EPS son innecesarias, son mediadoras que se quedan con parte del dinero de la salud de los colombianos y no responden a los intereses de estos, por eso tantas tutelas para obtener medicamentos que se supone cubriría el POS, peor por negligencia, las EPS no lo hacen.

Se deben ejecutar políticas de movilidad certeras, no más contrataciones a dedo ni clientelismos, ya cayó un cartel de la contratación (NULE), falta desmontar el resto.

La ley de Restitución de Tierras debe ser eficaz, de nada le sirve al campesino saber que en un papel ya podría volver a su tierra si tiene que esperar años para que se le reconozca como víctima y a la postre le devuelven menos tierra de la que perdió.

Por último, la paz debe buscarse, este acercamiento que se dará en el mes de octubre entre FARC, ELN y Gobierno en Oslo debe ser manejado con inteligencia, incluyendo a las víctimas en la mesa, que no se convierta en otro Justicia y Paz que tanta impunidad generó. La economía colombiana mejoraría si los 21 billones de pesos que se dedican a la guerra se invirtieran en obras sociales, eso aumentaría la confianza inversionista, la calidad de vida de los colombianos y seguramente, los índices de pobreza (50%) y extrema pobreza (12%) no sería necesario maquillarlos cambiando la fórmula para medirlo.

REFERENCIAS

“Revista Semana” consultado en: http://www.semana.com/nacion/cerro-matoso-mina-discordia/182892-3.aspx el 19 de septiembre de 2012
“El Espectador” consultado en http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-298216-colombia-se-queda-sin-bosques el 19 de septiembre de 2012
“El Espectador” Consultado en http://www.elespectador.com/especiales/medio-ambiente/articulo-324687-alo-humedales el 19 de septiembre de 2012
Grupo Memoria histórica, “Silenciar la democracia”, 1988.
“Revista semana” http://www.semana.com/documents/Doc-1878_200952.pdf consultado el 19 de septiembre de 2012

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