Los sectores
económicos son aquellos en los que se incluyen los tipos de producción de
bienes y/o servicios enmarcados con unas características especiales.
El primer sector
económico incluye la agricultura, ganadería, explotación forestal, pesca y
minería. ¿Cómo va Colombia en este campo?
El conflicto
armado ha sido un factor determinante en este primer sector, es desplazamiento
forzado de campesinos a ciudades desde La Violencia en los años 40, la
aparición de las guerrillas de las FARC y ELN (principalmente) sumado al brazo
armado de la extrema derecha, Paramilitares, ha constituido el abandono de
millones de campesinos del campo, esto, por supuesto, hizo que durante los 90 y
principios del 2000, el campo estuviera ligado netamente a la siembra de
cultivos ilícitos: Coca y amapola. Estas dos plantas, en sí mismas no
representan peligro para el medio ambiente, pero a raíz de las fumigaciones
iniciadas con la firma del Plan Colombia en 1999, tanto la coca como la amapola
se tornaron como amenaza para el medio ambiente: Por cada hectárea de coca y
amapola erradicada, desaparecen 2 y 2.5 hectáreas de bosque respectivamente,
acabando con la vida fértil de los suelos y dificultando las posibilidades de
resembrar, y al no poder sembrar se hace más difícil criar ganado. Actualmente
la Ley de Restitución de Tierras se convierte en un mecanismo para reactivar la
economía en el campo, pero ésta aún no es efectiva y millones de tierras que
ahora son libres (porque ya no están en manos de paramilitares) no están siendo
utilizadas porque el gobierno aún no adjudica dueños.
La explotación
forestal debe entenderse no sólo como obtención de madera y servicios, se debe
pensar en ecosistema, en los millones de organismos que viven bajo el subsuelo,
y el suelo mismo, que luego de la devastación queda prácticamente muerto. Hasta
el año pasado, Colombia se mantuvo en los primeros lugares de la taza de
deforestación más alta del mundo al talar entre trescientas y quinientas mil
hectáreas al año. Las zonas más afectadas por este factor productivo son
Nariño, Cauca y Amazonas. (El Espectador, 2011).
El 31 de agosto
de 2012, mediante la resolución 1518 del Ministerio de Ambiente, el para
entonces ministro de este despacho: Frank Pearl, firmó una resolución en la
cual dispone el paro de cualquier actividad minera desarrollada en el Amazonas
hasta cuando el ministerio no divida y seleccione las zonas habilitadas para
ejercer la actividad minera y asimismo hasta cuando el gobierno seleccione qué
empresas pueden explotar el territorio. Si bien es una medida para aplaudir,
pues se frenó legalmente el acecho de llamado “pulmón del mundo”, pensar en la
explotación minera del Amazonas es sin
duda alguna una de las peores decisiones ambientales que puede llevar a cabo
cualquier país que sostenga en su soberanía la propiedad de una de las zonas
con mayor biodiversidad del mundo. (La Silla vacía, 2012)
El sector
industrial en Colombia no se puede encasillar en un tipo de sector determinado,
es decir, hay industrias de todo. Por ejemplo, en la industria cementera, ARGOS
es la empresa más importante en Colombia, con el 50% de participación en la
construcción en Colombia (Delreiu, Juan. 2008). En ese mismo año, 2008, la
REVISTA SEMANA elaboró un listado de las 100 empresas más grandes en el país.
La encabezan Ecopetrol, del sector petróleo y gas, que alcanzó ventas de
33.896.660 millones de pesos. En segundo lugar se encuentra Almacenes Éxito,
del sector Comercio al por menor, con ventas de siete mil millones de pesos. En
tercer lugar se encuentra Terpel, en el sector de combustible, con ventas de
seis mil millones de pesos (Revista Semana, 2008). Este “pódium” de empresas en
Colombia indica claramente el dominio de aquellas dedicadas a la explotación y distribución de combustible, aunque vale la
pena aclarar que aparte de ésta, la Industria Minera en el país también es
vital, desde el boom minero de los 70 y 80 en el Alto Nordeste Antioqueño hasta
hoy, ha sido una de las industrias más fuertes, tanto así que el enfrentamiento
entre ésta y ambientalistas se da en la actualidad en temas como el Páramo de
Santurbán en Santander y Cerro Matoso en Córdoba entre otros.
En el sector
terciario de la economía, en Colombia sí ha dado de qué hablar en el último
tiempo. El año pasado, por ejemplo, para incentivar el turismo en el Parque
Tyrona en el Magdalena, AVIATUR propuso la construcción de un hotel 5 estrellas
argumentando que es un punto económico vital. La respuesta de los
ambientalistas fue inmediata, la construcción del hotel implicaba acabar con
hectáreas de la vegetación del Parque, alterando el ecosistema natural de este.
Además, el hotel estaba pensado construirse cerca de un resguardo indígena, y
claramente esto aumentó la coyuntura en la discusión sobre el levantamiento de
hotel, que a la postre terminó por no construirse.
Otro aspecto
enfocado hacia el turismo, es la nueva marca país llamada: La respuesta es
Colombia (CO). Lo que busca esta nueva estrategia comercial es, al igual que su
antecesora Colombia es pasión y “El riesgo es que te quieras quedar”, es
seducir al extranjero para venir a invertir a Colombia. La característica
principal de este tipo de manejo comercial de la imagen de un país se da
centrándose en el espíritu nacionalista, en definir qué es ser Colombiano para
así incluirnos a todos en el mismo costal, en donde muestran que los
colombianos somos verracos, trabajadores, alegres, amables, confiables,
creativos etc. Yo no sé ustedes, pero he conocido muchos colombianos perezosos,
amargados, intolerantes, si usted no conoce alguno, sólo dele una mirada al
actual Congreso de la república, allí encontrará estas características en todos
ellos, se salvarán uno o dos. La creación de CO, es una copia de las ya
constituidas marcas internacionales USA, UK, AR. Además, es la marca país de la
actual presidencia, recuerde lector, que durante la presidencia de Álvaro Uribe
también se creó una marca país. No podemos cambiarle la imagen al mundo de
Colombia cada 4 años, y más aún, cuando Colombia no cambia desde hace 50.
El transporte en
las grandes ciudades del país (Bogotá, Medellín y Cali) se ha concentrado en la
creación de Sistemas integrados de Transporte (SITP), que consiste en articular
diferente modalidades de trasporte: Bus, Megabus, metro, metro cable etc. De
las ciudades mencionadas, la única que se salva en la gestión de un SITP eficaz
es Medellín. En las otras dos ciudades ni siquiera se ha terminado la
construcción de las vías para el paso de los Megabuses: Por ejemplo, en Bogotá
la situación está así: Transmilenio: La fase III no se ha terminado, la
construcción de la ALO (Avenida Longitudinal de Occidente) está en veremos
porque si se construye, sería pasando por encima del humedal La Conejera, y aún
no se propone un diseño para la construcción del Metro. En Cali el Mío recién
abrió otras estaciones y nuevos trayectos para que circulen sus biarticulados,
presenta una situación similar a Bogotá pues aún no logra consolidar un SITP.
La única ciudad que se salva es Medellín, y es ejemplo para las demás, porque
conecta el sistema de buses, con el Metro y Metro-Cable, siendo la única ciudad
de Colombia en lograr un SITP.
En cuanto a
educación, el 12 de septiembre de este
año, se llevó a cabo una manifestación representada en la MANE (Mesa Amplia
Nacional de Estudiantes) y FECODE (Federación Colombiana de Educadores),
quienes decían que el Gobierno Nacional no había cumplido sus promesas de
incluirlos en la elaboración de una reforma a la Ley 30 de educación.
Las
universidades públicas en Colombia presentan déficit de billones de pesos, el
gobierno, desde el año pasado a este ha subsidiado esa deuda con 150 mil
millones de pesos, claramente paños de agua tibia.
La salud vivió
en julio un cambio circunstancial: Unificación del POS (Plan Obligatorio de
Salud) que a grandes rasgos dictamina que los subsidiados tengan los mismos
beneficios que los contribuyentes. Hay que tener en cuenta que en el régimen
subsidiado hay 23,2 millones de colombianos, y en el contributivo 18,9
millones, esto hace que el balance de los que aportan y los que reciben esté
cargado hacia los beneficiados, y en algún punto, si no se estabiliza la
balanza la salud puede entrar en una crisis peor que la que hoy vive, digo esto
porque sólo en Bogotá hay 7 hospitales con superávit (San Cristobal, Hospital
del Sur, Chapinero, Pablo VI, Vista hermosa, Nazareth y Usaquén), mientras que
otros 15 presentan déficit que va en algunos desde mil millones de pesos
(Tunjuelito), hasta el de Meissen que asciende a 41 mil millones (Caracol
Radio, 2012)
No se le puede
dar más largas al tema de la reforma educativa en Colombia, la educación no
puede esperar a ser mejorada, y mejorada implica incluir en la discusión todos
los actores que participan en el desarrollo del aprendizaje: Desde los que
proporcionas las instalaciones, pasando por los docente, llegando a los
estudiantes y finalmente al gobierno que guía la educación. Tampoco la salud merece un manejo tan
descarado, el desfalco en el país que sobrepasa los billones de pesos debe
solucionarse pronto. Propongo la eliminación de las EPS, que el estado gire el
dinero directamente a las IPS y que éstas sean las encargadas de administrar el
dinero, las EPS son innecesarias, son mediadoras que se quedan con parte del
dinero de la salud de los colombianos y no responden a los intereses de estos,
por eso tantas tutelas para obtener medicamentos que se supone cubriría el POS,
peor por negligencia, las EPS no lo hacen.
Se deben
ejecutar políticas de movilidad certeras, no más contrataciones a dedo ni
clientelismos, ya cayó un cartel de la contratación (NULE), falta desmontar el
resto.
La ley de
Restitución de Tierras debe ser eficaz, de nada le sirve al campesino saber que
en un papel ya podría volver a su tierra si tiene que esperar años para que se
le reconozca como víctima y a la postre le devuelven menos tierra de la que
perdió.
Por último, la
paz debe buscarse, este acercamiento que se dará en el mes de octubre entre
FARC, ELN y Gobierno en Oslo debe ser manejado con inteligencia, incluyendo a
las víctimas en la mesa, que no se convierta en otro Justicia y Paz que tanta
impunidad generó. La economía colombiana mejoraría si los 21 billones de pesos
que se dedican a la guerra se invirtieran en obras sociales, eso aumentaría la
confianza inversionista, la calidad de vida de los colombianos y seguramente,
los índices de pobreza (50%) y extrema pobreza (12%) no sería necesario
maquillarlos cambiando la fórmula para medirlo.
REFERENCIAS
“Caracol
Radio” Consultado en http://www.caracol.com.co/noticias/bogota/hospital-de-meissen-compraba-vinos-y-quesos-importados-con-recursos-publicos/20120503/nota/1681245.aspx el
19 de septiembre de 2012
“Revista
Semana” consultado en: http://www.semana.com/nacion/cerro-matoso-mina-discordia/182892-3.aspx el
19 de septiembre de 2012
“El
Espectador” consultado en http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-298216-colombia-se-queda-sin-bosques el
19 de septiembre de 2012
“El
Espectador” Consultado en http://www.elespectador.com/especiales/medio-ambiente/articulo-324687-alo-humedales el
19 de septiembre de 2012
“La
Silla Vacía” consultado en http://www.lasillavacia.com/historia/frank-pearl-le-lanza-salvavidas-la-amazonia-y-se-reivindica-con-ambientalistas-35880 el
19 de septiembre de 2012
Grupo
Memoria histórica, “Silenciar la democracia”, 1988.
“Revista
semana” http://www.semana.com/documents/Doc-1878_200952.pdf
consultado el 19 de septiembre de 2012
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