domingo, 7 de octubre de 2012

Buenas noches, buena suerte


Otra ñoñada: 

Hace poco vi esta película, buena para entender el rol de los medios de comunicación como ejecutores de control político.

La película muestra diferentes puntos de vista acerca del papel que desempeñan los medios de comunicación en la política de un determinado territorio. El primero es el de la visión utópica (acá no tan utópica) de Habermas mostrando una participación activa del medio en donde pone al conocimiento de la gente la realidad de un político que ataque de frente a todo al que sea sospechoso de comunista, sin llevar a cabo el debido proceso reglamentado en la ley.

Segundo punto es la imparcialidad que se intenta mostrar, pues si bien el periodista no dice en ningún momento que apoya la idea del comunismo, tampoco se menciona como partidario de la política de Seguridad Nacional (anticomunista), marca una línea de ataque y defensa desde los derechos humanos.

Tercero, ofrece un cambio en el tema de la agenda desde el programa en que participaba, me explico, su programa en la hora “prime” era de entretenimiento, el más visto en Estados Unidos, debido a circunstancias que tenían que ver directa o indirectamente con él, decide dar un giro al tema de sus entrevistas, deja de ser uno comercial y a raíz de la realidad del país pasa a ser uno de crítica social, teniendo en cuenta que sólo ocurrió para denunciar al congresista involucrado en persecución política. No afirmo entonces que hay un cambio de agenda sino un cambio en el tema de la agenda utilizada, porque al ser el programa del periodista uno de entretenimiento, está directamente relacionado con los personajes de mayor relevancia e impacto en la sociedad del momento, por lo tanto está ligado al momento específico y a los protagonistas de ese instante. Luego de hacer un abordaje político al programa durante unas semanas, vuelve a su tradicional tema de entretenimiento.

Cuarto, la estrategia de propaganda por parte del congresista, es negra, desprestigiando la imagen del periodista mediante una táctica de distorsión y desinformación al elaborar una lista de pruebas falsas en las que acusaría a Edward Murrow (el periodista) de comunista.

La película al final da cuenta del poder que tienen los medios de comunicación para denunciar y solamente ser reproductores y distribuidores de hechos, el gran mensaje que deja el film es la buena imagen que puede generar un medio de comunicación que a la bandera de uno o dos personajes pueden consolidar una realidad en la que los intereses de la comunidad, se vean representados en ellos, dejando claro que los medios no deben involucrarse en la política, pues están no para ser parte de ella, sino para ejercer control, para actuar como regulador de ésta utilizando su carácter de mediador entre las fuentes de información (desde Karl Deutsch la clase política y alta económica) y el público.

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