jueves, 31 de marzo de 2011

Silencio

Otra noche de tantas imaginariamente a tu lado. Unidos por un aparato que debió haber sido inventado por un científico que moría de amor. No puedo encontrar otra explicación, al igual que él, yo, esa noche, también moría de amor.

“Hola”, si, la recuerdo, fue la primera palabra, me llevó tanto tiempo prepararla, es increíble como el ser humano es capaz de hacer tantas cosas, buscar vida en otro planeta retar las leyes de la gravedad, pero incapaz de expresar lo que siente en el momento más inoportuno, digo inoportuno porque cuando menos se quiere hablar, más se tiene por decir. Mucho tiempo preparé esa palabra, como sea, fue la más importante de todas. El aire se me va, realmente no sé si sea capaz de hacer esto, la taquicardia hace presencia en mí, cuando chico tuve problemas asmáticos, pero la taquicardia era algo nuevo, estaba asustado, el silencio que siguió fue tétrico, pero como una medicina que solo quien se ha enamorado sabe lo que en verdad significa, un leve sonido tierno, cálido y tal vez inocente calma la ansiedad que sentía. “Hola” me respondiste.
Hablamos de muchas cosas, nos reímos de aquello que solo entendíamos los dos, cosas que solo saben los que están destinados a vivir el uno para el otro. “Te ríes como un fara” te dije. “Qué es un fara?” preguntaste. “Es un ratón grande y feo que sale por las noches y es muy parecido a las palomas”. La verdad no se si se parezca a las palomas, pero grande y feo si es. Y asi lo fuera… ¿Quién ha visto reír a un ratón?, es decir, ¿los ratones se ríen?. La coherencia no fue una de mis virtudes esa noche, no fue mi virtud jamás estando a su lado. Cabello liso, pequeña, pecosa, usa brackets, mandíbula alargada, no hay rastros de crecimiento en sus pechos, es hermosa.

“Has hecho parte de mi vida desde el momento en que por un comentario de alguien a quien no recuerdo llegó tu nombre a mi mente, como si mis neuronas supieran que existes desde hace mucho en lo recóndito de mi subconsciente, en la nostalgia de un recuerdo futuro. Comienzo a extrañarte, es curioso, jamás te había visto, pero sabía que pronto harías parte de mi vida.”. No se qué tipo de respuesta esperaba yo después de decirle eso, tal vez no quería una respuesta, quizás no debí conocer jamás una respuesta.

“¿Por qué eres asi? Me dijo.

“¿Así cómo?” Contesté

“!Así!, sabes que estoy con otra persona, pero continúas hablando del destino, que estaremos juntos siempre, jurando eternidad, ¿por qué seguir tras alguien que no siente lo mismo?”. El silencio fue el personaje de la noche, cada vez era más constante, cada vez más doloroso. Tantas cosas pasaron por mi mente, la soledad de mi casa, la soledad de mi cuarto, la soledad de mi alma la sentí con mayor intensidad en ese momento, ella tenía razón.

“Prometí enamorarte todos los días” dije. La vida se desmoronaba como el castillo de arena que se ve atacado desde la distancia por el agua, sabe que el mar está lejos, sabe que está seguro por un tiempo, sabe que se va a derrumbar.

“Daniel, te amo” me susurró.

¿Me ama?, ¿es eso verdad?, ¿para ella el amor es lo que para mí significa?, no, no, es mentira, ella no me ama, si me amara no me sentiría solo, si me amara de verdad no me dolería quererla.

“¿Sabes?, durante mucho tiempo esperé a que lo dijeras, era como mi sueño, que te enamoraras de mí, pero no me siento bien, te conozco, y sé que lo dices, pero no lo escucho.” ¿Qué significa esto?, ¿acaso no quiero que se enamore de mí?,  ¿era mentira lo que yo le decía?, tal vez no la amo, que digo, si, si, ¡La Amo!, tal vez más que a cualquier otra persona en el mundo, y ella lo sabe, me hace feliz amarla, pero no que ella me ame.
Nuevamente sin esperar respuesta alguna el silencio invade la habitación, ya no era solamente yo el que lo sentía, ella también lo hacía, lo sé porque la amo, lo sé porque me ama.

“¿Qué sucede?” me decidí a preguntar.” ¿Por qué no soy feliz escuchándote decir que me amas?, ¿Por qué esperé tanto este momento y no es como lo imaginaba? ”…  La verdad jamás lo imaginé, nunca contemplé el amor correspondido como una posibilidad en mi vida, nunca estuvo en mis planes que ella me amara.

“Daniel, no puedo dejarte, es imposible, eres tanto para mí, tan indispensable”. Me lo dijo con un tono que casi puedo asegurar que lloraba, si, estaba llorando, le dolía dejarme, ella sabía que eso debía pasar, sabía que nos debíamos separar y ahora era el momento de hacerlo.

-“Me rompiste el corazón… Quiero que te alejes, quiero que abandones mi vida, no quiero que sigas haciendo parte de ella”

-“No Daniel, por favor”

Con lágrimas en mis ojos, con la sensación de que mi castillo se desmoronaría en millones de partes que jamás podrían volver a juntarse para formar uno igual, de que al fin el agua que lo derrumbaría estaba a punto de llegar, le dije: “Te amo tanto, no quiero saber nada de ti, por lo menos hasta que se acabe ese amor, por lo menos hasta que ya no te quiera más”.

Colgué el teléfono. Al fin silencio, el sonido natural del mundo, que todos queremos sentir, pero llegamos a odiar.














miércoles, 30 de marzo de 2011

Mi amor se quedaría contigo para siempre

Jamás has sentido como la esperanza se desvanece?... intentas de alguna manera imaginar que todo saldrá bien, pero los obstáculos que se interponen entre tú y lo que deseas son cada vez mas grandes… No pretendo un Si como respuesta a mi larga lista de deseos absurdos, solamente deseo que por una única vez, hagas la vista a quien siempre te ha esperado con los brazos abiertos, siempre ha esperado tu regreso… Hace dos años ya que partiste, y en mi mente solo está el recuerdo de tu imagen bañada en alegría, sonriendo porque cada momento que juntos pasamos han sido los más felices de nuestra existencia.  Quisiera que las palabras salieran de mi boca con tal facilidad para poder decírtelas al oído, pero no es así, te las escribo con la esperanza de que algún día las llegases a escuchar…

Puede parecer que hago un último intento por recuperar lo que contigo se fue, Mi felicidad, pero sabes algo?... Mi felicidad es la tuya, pues quien ama de verdad desea con sinceridad la alegría del otro… No te lo niego, después de tanto tiempo aún anhelo recuperar los detalles que perdí con el pasar de los días, la calidez de mis palabras, la sinceridad con la que las decía, ese deseo de sentirte cerca así fuese solo en mis pensamientos… Por tanto amarte me olvidé de ti.

Hemos pasado por todo, reído con aquello que nos causaba gracia, llorado con la esperanza de que todo mejorará, alguna vez imaginamos un futuro juntos… viejitos…  aguardando el momento en que solo la muerte nos separaría, pero seguros de que aún en la eternidad estaríamos el uno para el otro, pues aquí y en donde sea seremos inseparables.

Hice la promesa de jamás dejarte sola, que en mí encontrarías la fortaleza que buscabas en momentos de dificultad, prometí estar para ti, no solo para ayudarte cuando caigas, sino para jamás dejarte caer…
Traté de cumplirlo, traté de que no fueran palabras sin sentido que se dicen por el furor del momento, traté de encontrar el motivo por el cual navegar por corrientes que se me presentaban turbias, mi motivo lo encontré, mi razón fuiste tú. Batallé con seres que quizás no conoces, peleé con enemigos que se interponían entre tu felicidad y la mía, fue difícil, pues disponía solo de un escudo y una espada para vencerlos, eran demasiados, pero el escudo de mi corazón, que se veía protegido por una coraza de ilusiones, reforzada con el anhelo de que cuando todo terminara estaría a tu lado, fueron razones suficientes para no dejarme derrotar, mi corazón junto al tuyo estaban seguros…


No podía simplemente defenderme, debía derrotarlos, eran fuertes, parecían obeliscos que no se inmutaban ante el roce de mi espada, pero fue en ese preciso momento, en el que la esperanza muere y las ganas de continuar desfallecen, que decidí hacer mi último esfuerzo, dejar la vida en los campos donde la batalla hacía lugar, y quizás el terreno que jamas, ningún hombre en toda su vida volvería a pisar… Desenvainé mi espada, el resonar de ésta, al roce de su funda, despidió una luz que cegó a los grandes obeliscos, por primera vez en mucho tiempo, tenía la esperanza de ganar, entonces cerré los ojos, empuñé mi espada, y corrí decidido a dejarlo todo por ti aquel día… La batalla al fin terminó, salí victorioso, pero aún quedan secuelas de aquel momento, mi coraza fue totalmente destruida, nuestros corazones quedaron expuestos al devenir del destino, que en un principio se mostró noble y prometía grandes cosas para nosotros, pero no fue así…  nuestros corazones, desde ese día, no volvieron a estar juntos.

Hoy  pienso en el ayer… en todo lo que algún día fue, y solo en el recuerdo quedó, dicen que la esperanza es lo último que se pierde… pero Yo, el día que prometí dejar mi vida por ti, también hice un juramento a mí mismo, Jamás te dejaría sola, así tu vida ya no comparta destino conmigo, mi amor se quedaría contigo para siempre.

lunes, 28 de marzo de 2011

Y EN MI DESESPERACIÓN AÚN ESTOY A TU LADO.

Recordando a cada minuto esa tan anhelada fecha pasada, esos pocos momentos que a tu lado significaron la razón de una felicidad eterna. El 29 de octubre de 2008 marcó por fin en mi vida el punto de partida y apoyo en el cual me sostengo para ser feliz.


Desde aquel entonces las cosas han sucedido como nunca lo esperaba, un mundo feliz y alegre, donde dos corazones deseosos de dejar de latir con tal de que el otro lo hiciera, jamás se presentó, la vida nos dio un golpe del cual aún no nos recuperamos .. La Distancia.


Siendo las 2:30 de la madrugada del primero del mes décimo del año dos mil nueve, entre tenues palabras a través del teléfono, que reflejaban en cada una de sus sílabas el máximo deseo de expresar con sonidos lo que debe ser expresado con acciones, nos encontrábamos los dos, acortando la distancia real entre imaginarias suposiciones que simplemente trataban de alguna forma continuar con la magia y la ilusión que poco a poco se veía marchitada por la desesperación y el sin sabor de estar lejos.


Como si el destino quisiera decirme que no llevo las cosas de la mejor manera, que no estoy actuando de manera correcta, se corta la conversación… Por un minuto sentí que el espejismo donde me imaginaba a tu lado se derrumbaba bajo un infierno helado que busca con lamentaciones adquirir lo que por derecho es mío .. Tu amor.


En verdad no se qué hacer, busco una respuesta entre mares de dudas que llenan mi vida de una desolación insoportable. Trato de hallar una razón que explique el porqué de mi sentimiento fuerte y sincero que se ve disminuido al oír tus labios pronunciar un simple te quiero.
Pero hoy 2 de septiembre de 2010 prometo al cielo no dejarte ir, jamás separarme de tu lado, pues de alguna forma estar lejos para mí significa sentir que aún te tengo, que aunque sigues siendo solo la ilusión de mi felicidad, por lo menos ahí estás, en medio de mis pensamientos, siendo la razón de mis suspiros, el motivo por el cual dar la vida entera.


Es solo el sentimiento que hoy se refleja en mi alma, la crónica de una vida desgastada, que sueña un día tener, lo que una vez tuvo en sus brazos y dejo partir… Tu corazón.