lunes, 1 de diciembre de 2014
Pasajero en varias vidas
De mí tendrás el aliento cerca, la caricia en el rostro y el abrazo fuerte.
Las yemas de mis dedos dibujarán imposibles en tu abdomen,
seré sudor en tu cuello y rasguño en la espalda.
Seremos sábanas destendidas y cabellos enredados.
Te ofrezco mi risa desafinada y mis pies arrítmicos,
mis manos temblorosas y mis susurros a medianoche.
No seremos amigos ni amores,
porque aunque nuestros pechos se junten, los corazones jamás se encontrarán.
Por lo pronto tienes el derecho de desvelarme,
de beberte mi energía y elevar mis niveles de oxitocina.
No te dé miedo tomarme de la mano por la calle,
detenerme en medio del mundo para besarme.
Sabemos que nuestra historia será corta
y no debemos cohibirnos por el qué dirán.
Tampoco trates de manejar mi tiempo ni mi libertad,
no soy de tu propiedad.
Seré exclusivamente tuyo cuando estemos juntos,
no ocurrirá así en ningún otro momento.
Vivámonos, fumémonos, sintámonos, quemémonos.
Podemos hacernos y deshacernos las veces que queramos.
Seré tu compañía fugaz, un pasajero en tu vida.
No te puedo ofrecer más.
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